La Tuna siempre se ha caracterizado por ser una institución de tradiciones y costumbres; en uno de los aspectos donde más claro se puede ver este rasgo es en la vestimenta típica que nos ha acompañado desde tiempos antiguos y que aun se resiste a ser renovado, haciendo de esto uno de los rasgos más peculiares del tuno universitario.
Empezando de abajo hacia arriba, destacamos primeramente los zapatos de tuno, los cuales, al igual que todo el traje en su conjunto, son de color negro, prioritariamente, hechos de piel bobina. Estos pueden o no ser de cordones o de fuelle.
A continuación, se encuentran las mallas. Éstas, como no podría ser de otra forma, han de ser también negras.
Respecto a este elemento, cabe mencionar, que todos los tunos de pleno derecho que hayan alcanzado la veteranía han de tener medias que cubran la zona de los gemelos de color negro, no así los novatos; los cuales, se pueden encontrar en periodo de traje pero con medias de color blanco o de color negro, por tanto, este elemento no es definitivo a la hora de diferenciar a un pardillo de un tuno veterano.
Seguidamente se encuentra el pantalón, que siempre ha de estar hecho de terciopelo corto negro.
No son pocas las tunas que optan por un pantalón acuchillado, con cuchillas que muestren el color de su beca, aunque la inmensa mayoría de las estudiantinas se decantan por pantalones lisos de tipo greguescos, los cuales no obligan a llevar medias por debajo, pudiendo llevar calcetines de ejecutivo perfectamente a modo de medias.
Ya en el torso, el tuno debe llevar una camisa blanca, por encima de la cual, se encuentra el jubón,